EL HOMBRE CON LA CÁMARA (1929) de Dziga Vertov
Film musicalizado en vivo por El Sagrado Familión
“Este Film es un experimento en la comunicación cinematográfica de los acontecimientos cotidianos. Sin la ayuda de intertítulos (una película sin intertítulos). Sin la ayuda de un guión (una película sin guión). Sin la ayuda de un teatro (una película sin decorados, actores, etc.). Este trabajo experimental tiene como objetivo crear un verdadero y absoluto lenguaje internacional del cine basado en su total ruptura con el lenguaje del teatro y de la literatura”
Dziga Vertov
Dziga Vertov (1896-1954, nacido Denis Arkadievitch Kaufman), en su film El Hombre con la Cámara (Chelovek S Kino-Apparatom), una grabación en celuloide en 6 partes de 1929, plantea no sólo una mirada a San Petersburgo, tal como se suele decir. Se adentra en “la mirada” como reflexión sobre sí misma, una mirada que se mira, una cámara que se filma a sí misma. San Petersburgo es el punto de partida de esa mirada, bajo el filtro estético y conceptual del Futurismo y el Constructivismo ruso. Pero el film muestra también al “público” mientras observa la película y también nos muestra al camarógrafo que la está filmando (Mijail Kaufman, hermano del director). La película pasa indistintamente de una “realidad” a otra.
La protagonista es la cámara, que (tal como se evidencia a través de la superposición de planos en varias ocasiones) es vista por Vertov como un “Ojo”. La cámara es primordialmente “lo que mira”, lo que “observa”. Y a través de ella, detrás de ella, está el camarógrafo, también ojo. Ojo humano “fundido” sobre el ojo-máquina. Vertov descubre una extraña simbiosis entre esas dos miradas, mirada híbrida, mutante, aparato y órgano simultáneamente. Y es innegable que tal mirada es propiamente la mirada del Siglo XX, es el desarrollo de la creación de ese nuevo cuerpo-máquina surgido desde el comienzo de la Era Industrial. El Camarógrafo opera la máquina, es un obrero. Él es el que observa a través de la cámara, el que la dirige, el que le indica qué ver, el que mueve la manilla.
Por momentos también aparece la editora de la película. Vertov muestra los negativos de las cintas, el proceso de cortar, montar, superponer. La Editora es el Ojo que decide, que selecciona, que disecciona y vuelve a unir. Y también asistimos a la representación, al “estreno”, una masa que observa. Es el “público”, la masa que “ve” finalmente la película.
La “mirada” de El Hombre con la Cámara es una mirada fragmentada, rota en varias direcciones distintas observando aparentemente lo mismo, mirada cubista. “El ojo es una boca hambrienta que se alimenta del mundo” (Jim Morrison). Y al estar fragmentada, es una mirada que pretende abarcarlo todo, es la mirada nueva del Cine intentando ya en sus “inicios” verse a sí misma, ese Cine que, como dijera Godard nació con los colores del luto: blanco y negro; arte que nació mudo pero pronto aprendió a hablar. Es por eso, una película sobre la mirada y sobre el “ojo”, más que una película sobre San Petersburgo, aunque tal haya sido el punto de partida. La ciudad es, en todo caso, el espejo sobre el que la mirada se observa a sí misma.
FICHA TÉCNICA. Autor-Supervisor del Experimento: Dziga Vertov. 1er Operador de Cámara: Mikhail Kaufman. Asistente de Montaje: Elizaveta Svilova. Producción: VUFKU. Duración: 63 minutos. Año: 1929.
Sobra la musicalización en vivo realizada
por El Sagrado Familión
La musicalización en vivo de películas mudas es uno de los proyectos principales de la agrupación venezolana El Sagrado Familión, que pretende mostrar de manera no sistemática y mucho menos academicista, parte de su investigación y exploración de la “imagen” con respecto a la música, abordando películas de interés no sólo histórico, sino principalmente artístico e incluso metafísico. El Ciclo de Cine Mudo de El Sagrado Familión es un proyecto abierto, una investigación permanente, absolutamente libre y subjetiva, que pretende ir abordando distintos aspectos del cine mudo, desde una visión meta-histórica.
Pier Paolo Pasolini escribió que “hacer cine es escribir sobre un papel que se quema”. La improvisación musical (técnica empleada por El Sagrado Familión) parte también de esta imagen. La música es efímera, la improvisación es fugaz pero a la vez atemporal. La música serpentea sobre la realidad, cabalga sobre los cuerpos, como un incendio en las almas, generando imágenes que podríamos calificar de imaginales (no “imaginarias” que provienen de la simple fantasía, piedra angular de los locos según Paracelso): la música configura “espacios” a pesar de ser inmaterial, crea historias, símbolos vivos, de la misma forma en que el arte de hacer cine, según Andrei Tarkovski, puede ser visto como el acto de “esculpir en el tiempo”. En el caso de trabajar con imágenes “mudas” (pero cargadas de símbolos), la música debe convertirse necesariamente en “alma simbólica”, más que en simple “soundtrack”. Tal es el objetivo de esta investigación llevada a cabo por El Sagrado Familión.
PRIMER CICLO DE CINE MUDO. Centro Cultural Chacao 2010
Comenzó el Viernes 5 de Marzo con la película El Hombre con la Cámara (1929) de Dziga Vertov, film documentalista ruso absolutamente experimental, en el que la protagonista es la cámara, o más exactamente, la mirada, e incluso el ojo. La cámara se ve a sí misma como Ojo-Máquina. Vertov nos muestra también al Camarógrafo que filma, a la editora que selecciona y al público que observa la película proyectada sobre una pantalla de cine. Una película sin actores, sin escenarios y sin guión (es decir las herramientas del cine de ficción tradicional), basada en la “teoría del cine-ojo” (kino-glaz), que en los años 20 propuso muchos postulados y objetivos que pueden calificarse de visionarios. El Hombre con la Cámara, representa un recorrido (geográfico y social) de San Petersburgo, trozos de realidad que Vertov llamaba kino-fraza (frases fílmicas), mezclando los procesos de producción industrial con los procesos de producción cinematográfica, mostrando particular fascinación por el ritmo frenético impuesto en las ciudades modernas por los automóviles, trenes y tranvías.
La segunda proyección del Ciclo de Cine Mudo de El Sagrado Familión, se llevó a cabo el Viernes 9 de Abril y se trató de un Homenaje a Maya Deren, la directora Ucraniana-Estadounidense, madre del cine experimental en Norteamérica. Se musicalizaron en vivo, entre otros, los cortometrajes “Meshes of the afternoon” (1943-59), “At Land” (1944) y “Ritual in transfigured time” (1945-46).
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El Primer Ciclo de Cine Mudo de El Sagrado Familión culminó el Viernes 7 de Mayo con la película francesa “La Pasión de Juana de Arco” (1927) del director danés Carl Theodor Dreyer, con las actuaciones de Marie Falconetti (Jeanne d´Arc) y Antonin Artaud (Jean Massieu) entre otros. Película con la que El Sagrado Familión comenzó el proyecto de musicalizar películas mudas en Octubre de 2009 también en el Centro Cultural Chacao.
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EL SAGRADO FAMILIÓN es una agrupación musical venezolana cuya búsqueda marcadamente experimental explora frecuentemente en diversas áreas y disciplinas asrtísticas que van desde la danza, las artes plásticas, performance y cine, así como se nutre de lo ritual, lo sagrado y lo religioso, con lo que el resultado es un “acto” transdisciplinario y transcultural, que busca dialogar con lo sagrado.
Leonor Lanza Voz y Arpa Ditirámbica
Gorgias Sánchez Clarinete Bajo, Saxo Soprano
Jaime De Armas Flauta Dulce Bajo, Flautas de PVC, Tubo de Cañería con embocadura de tuerca
Salim Inaty Percusión
Andrés Levell Piano, Piano Preparado, Lyra Ditirámbica
EL SAGRADO FAMILIÓN explora diversas formas de creación colectiva, valiéndose de la improvisación como herramienta central, trabajando desde la improvisación libre hasta el formato de “obra abierta”, pasando por la improvisación dirigida e improvisación con pautas específicas (como en el caso de la musicalización de películas mudas).